La neuromodulación facial es uno de los tratamientos más populares entre hombres y mujeres por su resultado inmediato, rápido en su empleo, indoloro, con mínimos efectos adversos, etc.
Es un neurotoxina que se obtiene de una bacteria y aunque lo normal es asociar su uso con la medicina estética tiene diversas aplicaciones en el campo de la medicina general con fines terapéuticos (enfermedades neuronales, migrañas, fisuras anales…)
En el campo de la medicina estética no solo tiene un fin estético -atenuar arrugas de expresión- sino que también tiene un sentido funcional, se usa para tratar la hiperhidrosis, el bruxismo o la migraña.
¿Cómo funciona la neuromodulación facial? ¿Dónde se coloca y cómo actúa?
La neuromodulación facial merma la posibilidad de movilidad en la zona donde se inyecta, esto es que paraliza parcialmente el músculo limitando su movimiento para evitar la aparición de los pliegues en la piel derivado del movimiento continuado del mismo.
La colocación del tratamiento para eliminar arrugas dinámicas en medicina estética habitualmente se realiza en el tercio superior facial para eliminar las líneas de expresión y arrugas dinámicas como las patas de gallo o las arrugas del entrecejo.
Dolores de cabeza, mandíbula, oído o el desgaste de las piezas bucales son consecuencias de quienes sufren bruxismo. Dejar de rechinar los dientes es posible gracias a la neuromodulación mediante infiltraciones del producto en el músculo masetero. Al relajar el músculo masetero (se pierde un poco de fuerza) dejamos de ejercer presión de manera inconsciente en el mismo.
En el caso de las migrañas, se usa como un tratamiento de mantenimiento pautado inyectando la toxina botulínica cada cierto tiempo.
Aquí el producto relaja el músculo temporal (lo que conocemos con la sien) reduciendo los estímulos sensoriales que llegan al sistema nervioso. Hay que destacar que la neuromodulación para la migraña no significa la curación de la patología, pero sí es un remedio muy eficaz, sobre todo en casos en que el dolor de cabeza es una consecuencia directa del bruxismo, porque el músculo temporal participa constantemente en la masticación.
La hiperhidrosis, exceso de sudoración, se trata mediante la neuromodulación en zonas diferentes: en axilas, pies y manos y ofrece unos resultados efectivos con una duración mínima de 6 meses.
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