A continuación vamos a tratar de aclarar las diferencia existentes entre los test genéticos y los llamados test de intolerancias in vitro o test ALCAT.
Test de intolerancias alimenticias
Las pruebas de intolerancias alimenticias o de “citotoxicidad alimentaria” , en resumen, basan su funcionamiento en el análisis de los cambios que se producen en el número, el tamaño y el volumen de las distintas partículas celulares presentes en el tejido sanguíneo: linfocitos, granulocitos y plaquetas (cada análisis particular, puede utilizar distintos de entre estos elementos). Cuando la muestra de sangre es expuesta in vitro a una serie de extractos de alimentos y/o aditivos alimentarios. Tras la extracción de sangre, y la exposición a los alimentos y aditivos y su correspondiente periodo de incubación, las células sanguíneas son analizadas y comparada su morfología con la que tenían en origen (antes de la exposición) mediante un instrumento electrónico. De esta manera, la muestra que presente cambios en la morfología de las células observadas, se interpreta como un resultado conflictivo. Con estos resultados, los alimentos y aditivos que hayan originado algún cambio en las células, se categorizan como causantes de intolerancia y se excluyen de la dieta y el resto permanecen como alimentos tolerados al considerarse no conflictivos. Posteriormente, tras un periodo de abstinencia variable de los alimentos conflictivos estos podrán o no reincorporarse paulatinamente a la dieta.
Ahora bien, esa es la teoría en que se basan estas pruebas, pero de hecho, no existe ninguna sociedad clínica de prestigio internacional que apoye estos test, es más, alegan que son ineficaces y nada útiles para los fines propuestos (mayoritariamente ofrecidos para pérdida de peso). Además los resultados agudos que nos dan no son reproducibles y sólo tienen validez para un tiempo determinado. Vamos a orientar el hipotético resultado a conseguir el peso idóneo ya que muchas personas escogen este tipo de pruebas para luchar contra la obesidad.
Lógicamente este tipo de test tiene valor nulo para el mantenimiento de peso o pérdida de este, ya que, teóricamente nos están informando de reacciones de células sanguíneas con restos de alimentos o aditivos y como sabemos todos cuando comes pan, manzana, carne, pescado, aceite de oliva… el alimento no llega a la sangre como tal, sino que previamente han sido digeridos hasta simplificarse en glucosa, aminoácidos, fibra, grasas, vitaminas y minerales (que es como el organismo puede utilizarlos) y nuestro organismo no diferencia si esa glucosa viene del pan , de la patata o del arroz, o si ese aminoácido es de la carne o del pescado o de la leche o bien si esa vitamina C viene de la patata o de la naranja.
Por si nos queda alguna duda al respecto, pondremos el ejemplo de los juegos de construcción con piezas. Con un juego haces una casa, con otro una muralla y con otro un coche. Pues bien imagina que tienes todos estos juegos montados encima de una mesa y que ahora, los desmontas todos y los mezclas… es imposible saber que piezas son de la casa o del coche o de la muralla ¿verdad? Pues lo mismo le sucede al organismo que no sabe si la glucosa que hay en la sangre procede de la manzana o del pan o de los garbanzos.
Test Genético Nutricional
Como bien define el Dr. González Manuel, la nutrigenética nos da la respuesta a la detección precoz de posibles variantes genéticas que pueden derivar en diferentes patologías. Esta se ocupa de identificar la asociación de estilos de vida o hábitos alimentarios particulares con el desarrollo, no sólo de patologías complejas como las enfermedades cardiovasculares, sino también de enfermedades crónicas como la obesidad, diabetes y numerosos tipos de tumores.
De acuerdo con el planteamiento teórico y los resultados de múltiples estudios publicados que han demostrado interacciones gen-dieta, se podría aplicar la genómica nutricional al diseño de una alimentación más individualizada o personalizada para cada individuo siguiendo el siguiente proceso: en primer lugar, se extraería una muestra biológica de un individuo, a partir de la cual se extraería su ADN. Mediante modernos sistemas de análisis genético se determinaría su perfil genético en los genes de interés. Una vez conocido su perfil genético, se accedería a potentes bases de datos de conocimiento conteniendo resultados de estudios que indicaran qué tipo de combinación de alimentos sería la más adecuada según su perfil genético para prevenir o tratar la enfermedad de interés en el individuo, según estos alimentos indicados y las preferencias del individuo se le recomendaría la mejor dieta personalizada.
Con los test genéticos analizamos la información genética, única de cada individuo. Los resultados son de por vida y por tanto reproducibles (no haría falta repetirlos porque darían el mismo resultado, pero lo podrías hacer y saldría igual), algo que los test como ALCAT no pueden conseguir, es decir no van a dar nunca dos resultados iguales a la misma persona ¿es extraño, verdad?
Hasta ahora todas las recomendaciones en cuanto a prevención de enfermedades o intolerancias mediante el seguimiento de un estilo de vida, estaban basadas en estudios realizados la mayoría hace bastantes años y englobándonos a toda la población en un todo (aun conociendo la variabilidad interindividual). Pero no todos somos iguales, por lo que por medio de la genética podemos conseguir la personalización absoluta, es decir, “dar a cada organismo lo que necesita”.
Por tanto, gracias a los test genéticos y al estudio de estos (nutrigenética) damos un paso de gigante en lo que a prevención se refiere, adelantándonos (en la medida de lo posible) a las consecuencias. Ejemplificándolo, es como tuviéramos un libro de instrucciones donde nos indican qué comer para evitar o mitigar tal o cual cosa, es decir, es como el libro de instrucciones de cualquier coche (ojo salvando las distancias) donde nos avisan que para que el motor del coche funcione correctamente y dure hay que cambiarle el aceite y que este aceite debe de ser el indicado para ese modelo, no el que nos parezca, y que para que refrigere bien, el líquido refrigerante debe de ser de una composición adecuada etc.
Abanico de posibilidades de la nutrigenética
A continuación hablaremos de las diferentes posibilidades de test nutrigenéticos de los que disponemos con algunos ejemplos significativos.
Las intolerancias alimentarias son de difícil diagnóstico. Hay problemas frecuentes, como alteraciones digestivas, cansancio, cefaleas, cansancio… a los que no se le presta mucha atención y están íntimamente relacionadas con intolerancias a alimentos. El estudio genético nos permite definir una predisposición genética hacia la enfermedad, posibilitando un cambio en los patrones dietarios individuales de forma preventiva para evitar la aparición de los síntomas
¿PORQUE ESTE TEST GENÉTICO NUTRICIONAL DE INTOLERANCIA GENÉTICA A LOS ALIMENTOS?
Con una simple muestra de saliva podemos analizar las INTOLERANCIAS GENÉTICAS A LOS ALIMENTOS, la cual, es muy difícil de diagnosticar ya que no tiene asociado síntomas específicos en la mayoría de los casos, y hace que el cuerpo no digiera correctamente estos alimentos a los que se es intolerante y esas partículas tan pequeñas no digeridas que no pasan a la sangre, nuestro sistema inmunológico las considera INVASORES EXTERNOS, formando anticuerpos frente a determinado alimentos creando una reacción alérgica y otros síntomas que se agravan sobre todo en personas que tengan un MAYOR PREDISPOSICIÓN GENÉTICA, motivo principal por el que se debería utilizar este tipo de test genético
¿PARA QUE SIRVE ESTE TEST NUTRIGENÉTICO?
Se ha demostrado científicamente que una intoxicación o mala digestión de los alimentos que llevan lactosa, fructosa, gluten e histamina, principalmente, tal como leche, huevos, proteínas animales, azucares refinados y muchos alimentos procesados son los responsables de otros síntomas que ya están apareciendo a edades muy jóvenes como consecuencia de no pararla ni detectarla a tiempo, tal como:
-Dermatitis atópica, Urticarias, Enfermedades del colágeno, Enfermedad de Crohn, colitis Ulcerosas, incluso Enfermedades Autoinmunes (LUPUS), Cefaleas, Fatiga, Alteraciones del sueño, y pueden contribuir a un aumento en el caso de niños con una baja capacidad de atención y que son proclives a una mayor agresividad e irritabilidad en el comportamiento sobre todo en los colegio.
POR EJEMPLO:
- Intolerancia a la lactosa: Es una afección de la mucosa intestinal debido a que el organismo no produce, o no en cantidad suficiente, lactasa (que es la enzima que parte la lactosa para poder ser utilizada por el organismo) para poder metabolizar la lactosa. Lo más frecuente es que después de la lactancia disminuya la cantidad de lactasa producida en el organismo, pero, se ha detectado, que en regiones donde el consumo de leche o derivados lácteos ha formado parte de su alimentación durante siglos, existe una variante genética que permiten a los adultos mantener unas concentraciones de lactasa útiles para una correcta asimilación de la lactosa.
Por tanto habrá personas que genéticamente están diseñadas para tomar lácteos sin que padezcan ningún efecto adverso y otras que aun tomando bajas concentraciones tendrán problemas como flatulencia o diarreas…
En otra ocasión abordaremos cuales son los alimentos que contienen lactosa, algunos os pueden sorprender.
- Intolerancia a la histamina: La histamina es una molécula presente en muchos alimentos de forma natural, normalmente su ingesta pasa inadvertida para la mayoría de las personas. La intolerancia es debida a una disminución en la capacidad de degradar la histamina por un déficit en las enzimas encargadas de dicha función. Por tanto al existir una capacidad reducida para la degradación de histamina, una ingesta pequeña puede desencadenar una serie de reacciones a consecuencia de la ingesta de esta como, nauseas, vómitos, cefaleas, migrañas, trastornos digestivos, erupciones cutáneas…
Son muy frecuente las cefaleas en personas con intolerancia a la histamina después de haber tomado vino tinto o haber ingerido alimentos curados.
- Intolerancia al gluten (enfermedad celiaca): Es una enfermedad autoinmune que consiste en una intolerancia al gluten y que se traduce en una atrofia de las microvellosidades del intestino delgado (vómitos, diarrea, anemias…) y que produce una malabsorción de nutrientes dejando problemas físicos como consecuencia. Con los test genéticos podremos saber la predisposición genética a la enfermedad.
- Intolerancia a la fructosa: La intolerancia a la fructosa, es un error genético, se da aproximadamente en 1 de cada 20.000 personas. Debido a este erro cuando las personas que padecen esta intolerancia a la fructosa, esta es absorbida por las células del intestino pero el organismo es incapaz de metabolizarla correctamente ya que carece de la enzima correcta (aldolasa B).
- Mediante el estudio genético individualizado conoceremos cómo reacciona el organismo frente a los diferentes macro y micronutrientes (Carbohidratos, proteínas, lípidos, vitaminas y minerales) y cómo consumiendo un tipo u otro podemos prevenir la aparición de enfermedades.
Es decir, con este estudio genético tan completo nos van a indicar la probabilidad que tenemos de padecer una enfermedad, obesidad, diabetes tipo II, problemas cardiovasculares… por lo tanto si tenemos una probabilidad de padecer diabetes tipo II porque tenemos unos genes que así lo determinan, nuestra dieta la adaptaremos según los resultados que obtengamos. Lo mismo haríamos con todo.
Como punto final, nos gustaría dejar claro que hay comparaciones que son odiosas, y esta es una de ellas, ya que hemos hablado de los test genéticos basados en evidencias científicas, donde se nos va a indicar si estamos predispuestos a padecer algún tipo de enfermedad o intolerancia y como prevenir o atenuar dicha enfermedad o intolerancia. Sin embargo, los test de intolerancias alimenticias in vitro están basados en suposiciones, es decir, no se basan en ningún estudio científico fiable.
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