La perfiloplastia es como se denomina a los procedimientos quirúrgicos faciales que, combinados, ofrecen al paciente una mejoría de ambos perfiles de su rostro. Normalmente, la perfiloplastia incluye alguna cirugía de la nariz (rinoplastia, rinoseptoplastia, etc), una modificación del mentón (ortognática, genioplastia o limado de mentón) y liposucción en la zona submentoniana (la papada).
Es curioso que, los pacientes no suelen demandar perfiloplastias porque no perciben los desequilibrios en la zona mandibular, ni saben cómo un procedimiento de cirugía maxilofacial puede acentuar el cuello y mejorar la armonía en el rostro. Entonces, vienen pidiendo una rinoplastia, pero el especialista percibe que necesitan algo más cuando explicando sus expectativas señalan que no les gusta su perfil.
La rinoplastia es la cirugía de la nariz que resuelve los problemas estéticos o funcionales de la misma. Mediante este procedimiento podemos perfilar la forma de la nariz, la forma del puente, corregir desviaciones, la apertura de los orificios nasales. También es posible corregir malformaciones congénitas o adquiridas por enfermedades o traumatismos derivados de problemas respiratorios.
El avance de mentón, también denominado como mentoplastia o genioplastia de avance y se realiza cuando el mentón es demasiado pequeño o se encuentra retraído. También se puede hacer una mentoplastia de reducción cortando o limando el hueso de la barbilla.
En ocasiones, se requiere una cirugía ortognática, que consiste en corregir las deformidades dento-cráneo maxilofaciales.
¿Cambiará mi expresión si me realizo una cirugía facial?
Todavía existe una cierta reticencia tanto a los retoques como a las cirugías faciales, porque la gente piensa que estas pueden eliminar o cambiar por completo la expresión del rostro. Parece que da menos miedo hablar de cirugías de contorno corporal, fuera de lo que definimos como el espejo del alma. Sin embargo dicha creencia dicta mucho de la realidad, lo cierto es que los procedimientos que se practican en el rostro son mucho más sutiles que los del contorno corporal, siempre y cuando hayamos elegido al profesional especialista adecuado.
La cirugía facial más demandada continúa siendo la rinoplastia o cirugía de nariz, y en este sentido la Dra. Ana Martínez Padilla se siente afortunada porque coincide con su cirugía preferida.
“Una nariz bien operada, no se percibe operada. Siempre tiene que guardar armonía con el resto de proporciones. No se puede, bueno, no se debe, cambiar una nariz por completo, bajo la petición del paciente.”
El problema es que solo percibimos como “caras operadas” las caras mal operadas. Cuando la cirugía facial se realiza con éxito, ni tan siquiera una persona que nos conozca sería capaz de describir específicamente en qué ha consistido el cambio, solo percibe un incremento de la belleza, que viene dado no por otra cosa que no sea la mejora de las proporciones anatómicas.
Es habitual que el paciente que demanda una rinoplastia crea que para mejorar su nariz necesita una gran modificación, cuando lo que realmente necesita es una perfiloplastia, que se refiere a un procedimiento combinado de rinoplastia más avance o reducción de mentón (la barbilla) y/o lipo de papada. De esta manera, la perfiloplastia armoniza las unidades anatómicas del perfil hacia la máxima belleza, mejorándolo enormemente.