Aunque existe una gran variabilidad individual en el proceso de cicatrización, en la mayoría de los casos, las incisiones descritas, delicadamente realizadas, dejarán unas cicatrices finas y blancas de forma progresiva en el plazo aproximado de un año. Por tanto, la paciente subsidiaria a la reducción mamaria no debe preocuparse a priori por el tipo de incisiones a realizarle, lo más importante es que se le haga el tipo de intervención que mejor resuelva su problema en cada caso. En ciertos casos, una cicatriz circumareolar puede limitarnos para el correcto tratamiento de la glándula o no permitirnos eliminar suficiente piel, consiguiendo por tanto un resultado estéticamente peor que una con mayor longitud de cicatrices. La cirujana sabrá aconsejarle sobre cuál es la intervención más adecuada para usted.
Los resultados de la mamoplastia de reducción son inmediatos en cuanto a volumen conseguido, salvando la ligera inflamación inicial, sin embargo, la forma definitiva no será visible hasta pasados tres o cuatro meses. Este resultado será más predecible y cambiará menos si se complementa con una pequeña prótesis.
Otro hecho a destacar es que, debido a la constitución habitual de las pacientes con hipertrofia mamaria, tras la reducción puede evidenciarse la existencia de una cantidad de tejido excesiva bajo las axilas, lateral a las mamas, anteriormente disimulada por el gran tamaño glandular. Tras el resultado definitivo muchas pacientes solicitan un procedimiento de liposucción o una lipoescultura para mejorar esa zona.
Preoperatorio
- Debemos conocer su historia clínica completa con especial importancia a sus patologías previas y alergias medicamentosas. Debe suspender el tabaco 2 semanas antes y después de la intervención. Recomendamos el máximo tiempo posible. El tabaco interfiere muchísimo en la cicatrización y afecta la viabilidad de los tejidos al alterar la microcirculación sanguínea. Debe informar sobre cualquier enfermedad que sufra los días previos y cualquier tratamiento que tome, incluso los homeopáticos. No debe tomar fármacos con efectos antiagregantes como la aspirina, durante las dos semanas anteriores y posteriores a la intervención.
- No puede comer ni beber absolutamente nada en las 8 horas previas a la intervención.
- Las prendas de vestir que lleve deben ser cómodas y preferiblemente abiertas por delante.
- Debe bañarse o ducharse con un jabón antiséptico la tarde de antes de la intervención y no depilarse las axilas en las 48h inmediatamente anteriores a la intervención.
- Debe acompañarse en la clínica y procurar que puedan llevarla a casa tras la intervención.
- Hay que eliminar el esmalte de las uñas (No se deben llevar las uñas pintadas)
Postoperatorio:
En alguna ocasión pueden presentarse vómitos o náuseas en las primeras horas tras la cirugía, motivo por el cual mantenemos a la paciente ingresada ese día. En el medio hospitalario se controlarán fácilmente con dieta y medicación adecuada. Debe permanecer en cama de 12 a 24h, con la cama reclinada y reposo de los brazos. Sentirá molestias y sensación de tensión en las mamas durante varios días. Se vigilarán los drenajes, que estarán evacuando pequeñas cantidades de sangre y suero. Tras 48h puede regresar a su actividad normal, lo que le ayudará a recuperarse. Puede aparecer un hematoma bajo la axila o en la mama durante los primeros días, que desaparecerá en las primeras dos semanas. Hay que recordar que el resultado definitivo no se apreciará hasta pasados tres o cuatro meses, así que el aspecto de las mamas a la salida de quirófano será raro, muy altas, con poca distancia entre la areola y el surco y con el polo inferior muy aplanado. Este aspecto es el normal en este momento, y necesario para que el resultado final sea correcto. Pueden existir pliegues en la piel que irán desapareciendo de forma progresiva. Durante tres o cuatro semanas deberá permanecer día y noche con sujetador. Luego será suficiente durante el día. Las cicatrices permanecerán rosadas o rojizas durante los primeros meses. La cicatriz central en ocasiones tarda más tiempo en blanquearse y puede ensancharse ligeramente. Pueden aparecer alteraciones de la sensibilidad del pezón que se recuperarán progresivamente en días o semanas. En mamas muy grandes incluso pueden ser permanentes. Debe no fumar ni estar en ambientes con humo.
Contraindicaciones:
Pueden concurrir circunstancias médicas, como enfermedades graves, tumores, algunas enfermedades reumáticas del colágeno, que contraindiquen una intervención quirúrgica. También puede contraindicarse ante la presencia de ciertas patologías psiquiátricas.
Complicaciones
- Zonas de cura por segunda intención: en reducciones de gran cantidad de tejido, el riesgo es mayor, y en algunos casos puede ser necesario curar alguna de las heridas por segunda intención, lo que no suele afectar al resultado definitivo. Como las zonas con más posibilidad de sufrimiento cutáneo son las areolas, especialmente en mamas gigantomásticas, pueden aparecer irregularidades en el color secundarias a la cicatrización, tanto en estos casos como en la evolución normal, si la paciente lo desea, el tatuaje para pigmentar areola y pezón puede mejorar el resultado en cuanto al color del complejo.
- Cicatrices anchas: hay pacientes cuya tendencia es a cicatrizar así. Se minimiza el riesgo con una técnica delicada y cierres cutáneos sin tensión.
- Cicatrices hipertróficas: son cicatrices gruesas, en ocasiones hay pacientes que incluso tienden a formar queloides. Si se conoce este riesgo antes de la intervención, la cirujana valorará junto con la paciente si puede efectivamente beneficiarse de la intervención.
- Hematomas, seromas, infección
- Alteraciones de la sensibilidad: normalmente son temporales, pero en algún caso pueden persistir, con poca repercusión en la fisiología normal mamaria. El riesgo es mayor cuanto mayores y más caídas sean las mamas.
- Asimetrías leves: ninguna mujer tiene sus mamas completamente simétricas, y aunque se intenta disminuir estas diferencias con la técnica, puede persistir algún grado leve de asimetría.