En numerosas ocasiones los prototipos de belleza que aparecen ante nosotros, modelos, actores, deportistas, celebrities… generan el deseo natural de parecernos, de ser similares a nuestros ídolos, a los más aceptados en nuestra sociedad.
Es frecuente recurrir a la cirugía plástica para mejorar diversos aspectos de nuestro físico que nos permitan adaptarnos mejor al prototipo . Muchos pacientes acuden a nuestra clínica de cirugía plástica y estética, para mejorar rasgos faciales y poder operarse las orejas, como hizo tal futbolista, aumentar su talla de sujetador como tal modelo, o conseguir unas caderas más femeninas, o más latinas, como en este caso, le pasó a la paciente que vamos a mencionar.
Las expectativas de los pacientes no siempre pueden ser alcanzables, bien porque sean anatómicamente incompatibles, o bien porque el objetivo de cambio implique el alcanzar un resultado completo similar de forma predecible, cosa completamente imposible.
Cuando nosotros por ejemplo operamos un nariz mediante rinoplastia, lo que buscamos no es conseguir una nariz similar a la de cierta persona, sino aproximarnos lo máximo posible a la proporción áurea en sus segmentos, dentro de lo que la anatomía y los deseos del paciente permitan, y siempre armónico con el resto de sus facciones. Y no podemos dejar a un lado, que el resultado tiene que ser natural al máximo, es decir, no podemos realizar una cirugía que tenga en su resultado estigmas quirúrgicos reconocibles.
En el caso del aumento de glúteos con prótesis, lo que la cirugía nos permite es un aumento de volumen con dos formas protésicas en sus distintos tamaños, que será ubicado en una zona concreta, generalmente intramuscular, es decir, vamos a generar cambio solamente en esa zona, el resto permanecerán muy similares tras la cirugía. O sea que, para que el resultado de un aumento de glúteo en una paciente generase un resultado parecido a las posaderas de Jennifer López, ambos traseros tendrían que variar sólo en la zona que como explico modifica la cirugía, y esto es francamente difícil. Además, aún siendo así, ningún cirujano podría garantizar, ni en esta ni en otras operaciones, un resultado concreto.
El objetivo de las consultas de cirugía plástica es dar una información adecuada sobre la técnica, pero también sobre las expectativas de resultados. Explicamos siempre que se debe perseguir una mejora, pero nunca la perfección ni mucho menos el parecido físico con otro modelo. Esto requiere tiempo, e invertimos bastante en transmitir al paciente cual es el objetivo.
Lamentablemente, debido a la moda de ciertas clínicas, donde la información sobre las cirugías es ofrecida por no especialistas o por meros comerciales, hace relativamente pocos años se extendió la costumbre de que fueran gratuitas las consultas de cirugía plástica, incluso las realizadas por especialistas. Hecho q ha perjudicado mucho en cuanto a la calidad y el contenido, y provocado gran desmotivación en profesionales que, viendo desvalorizado su trabajo, han optado por realizar consultas exprés más breves y similares a las comerciales.
En aras de dar una mejor asistencia médica, y de que esto cambie, los pacientes deben estar informados sobre quién es el profesional al que consultan, así como de si reciben una información completa y veraz desde la primera consulta. Este es el único modo en que el acto médico de diagnosticar e indicar tratamiento a pacientes de cirugía plástica, lo siga siendo.