Te contamos las diferencias entre la corrección de las orejas a través de la cirugía estética y con el implante earfold.
Son muchas las personas que vienen a Aurea Clinic con un complejo por la forma o tamaño de sus orejas, y con el firme deseo de solucionarlo de una vez por todas. Esta cirugía, “especial” por ser la estrella entre los hombres (en contraposición al tan escuchado tópico de que la cirugía estética sigue siendo cosas de mujeres), se denomina otoplastia, y se realiza en adultos, normalmente, bajo anestesia local y con hospitalización solo ambulatoria.
Cuatro cosas que no sabías de la cirugía de orejas (otoplastia):
– Las orejas terminan casi de crecer casi por completo a los 4 años de edad, por lo que se recomienda que en niños con formaciones poco estéticas, se realice la cirugía lo antes posible, evitando que sufran daños psicológicos o exclusión social por este motivo (sí, suena fuerte de lo “exclusión social” pero tenemos constancia de que desafortunadamente se discrimina a muchas personas por sus defectos físicos, sobre todo esto ocurre entre los niños). En menores de 14 años años es muy aconsejable realizar la intervención quirúrgica bajo anestesia general.
– A veces, la seguridad social cubre los costes de la cirugía de otoplastia al tratarse de una solución a una malformación o a la necesidad de una reconstrucción debido a un accidente. También pueden valorarse casos meramente estéticos, en pacientes valorados por un psicólogo que diagnostique que pudiera repercutir en daños psicológicos.
– No son las orejas grandes lo que significa un rasgo de senectud, sino los lóbulos rasgados o enlongados. La cirugía para corregir expresamente los lóbulos se denomina lobuloplastia, y aún menor en probabilidades de riesgo que la otoplastia (en la que ya son muy bajos). Los megalóbulos grandes son un indicio claro de envejecimiento, tanto que en algunas culturas africanas se refiere mayor respeto a aquellos con los lóbulos más grandes por significar una dilatada experiencia en la vida.
– Con la cirugía de otoplastia no se consiguen resultados completamente simétricos en ambas orejas, ya que de esta forma resultaría artificial a la vista. Nadie tiene las orejas absolutamente iguales. Lo mejor es comentar las expectativas con el especialista que vaya a tratarnos.
Otoplastia VS Earfold
Si estás leyendo este post, tus circunstancias solo pueden ser dos: o bien quieres mejorar tus orejas o eres una persona con una curiosidad abrumadora sobre la estética. Bien, si perteneces al primer grupo de lectores, probablemente sientas algún tipo de miedo o inquietud ante el método para solucionar el problema de tus orejas. Signo de salud mental. El primer requisito a cumplir para ser candidato o candidata a una otoplastia. Esto aplica también para madres y padres de niños que necesitan una intervención de esta índole. Pero no nos olvidamos del segundo grupo de lectores, esos curiosos de la estética que, al igual que los primeros, ya habrán escuchado hablar del nuevo método de corrección de orejas Earfold. Vamos a ver, entonces, cuáles son las diferencias entre una otoplastia y el novedoso implante de titanio. En primer lugar, ahora que ya sabemos qué es una otoplastia, hay que aclarar qué es Earfold: es una especie de clic de titanio que se ancla en el polo superior de la oreja hacia la cabeza con “unos pinchitos”. Un cuerpo extraño que se coloca como un implante y consigue dar forma al hélix, es decir, corrige lo conocido como “soplillos”. Tanto para una otoplastia como para colocar un Earfold se requiere de anestesia local para los adultos. El tiempo de quirófano es similar (aproximadamente una hora) y ninguna de las dos técnicas comporta hospitalización.
Hablemos entonces de las diferencias.
Las expectativas:
Una otoplastia permite modificar la forma y tamaño de cualquier parte de la oreja, acortarla en longitud, disminuir los lóbulos, recrear el hélix a diferentes alturas (no solo en el centro), cambiar la orientación y también la separación de la oreja con la cabeza (es decir el ángulo escafocefálico), resecar concha y variar los vectores de disposición de la oreja respecto de la cabeza. Con el earfold solo se puede recrear un antehelix aplanado (pegar el polo superior de la oreja hacia atrás), es decir que solo corrigen la deformidad que se deriva de que el polo superior de la oreja esté despegado (orejas de soplillo).
Las expectativas:
Una otoplastia permite modificar la forma y tamaño de cualquier parte de la oreja, acortarla en longitud, disminuir los lóbulos, recrear el hélix a diferentes alturas (no solo en el centro), cambiar la orientación y también la separación de la oreja con la cabeza (es decir el ángulo escafocefálico), resecar concha y variar los vectores de disposición de la oreja respecto de la cabeza. Con el earfold solo se puede recrear un antehelix aplanado (pegar el polo superior de la oreja hacia atrás), es decir que solo corrigen la deformidad que se deriva de que el polo superior de la oreja esté despegado (orejas de soplillo).
El precio:
Muy similar en ambos casos, en torno a unos 2000€.
El abordaje y la cicatriz:
En una otoplastia el cirujano aborda siempre en posterior (por la parte no visible de la oreja). Las cicatrices en el 2 a 4 % de las personas son queloídeas en los blancos, y la orejas es un sitio de riesgo para hacer queloides más que otras partes del cuerpo, por lo que una otoplastia siempre te proporcionará una cicatriz posterior, poco o nada visible. Sin embargo, el earfold proporciona una cicatriz anterior (en la cara frontal de la oreja) porque la herida se hace a nivel de la escafa, entre el hélix y el antihelix pero por cara visible. Es decir, que si perteneces a ese porcentaje de personas que hace una cicatrización patológica (fea) la cicatriz pues será totalmente visible en la cara anterior y en el borde externo con earfold, y muy disimulada en otoplastia. Además, con la cirugía de orejas se consigue una cicatriz permanente cuando se estabiliza en el tiempo de manera que aunque quitasemos los puntos el resultado se mantendría. Aún no sabemos a ciencia cierta si el resultado con earfold es perdurable porque es una tecnología joven.
Visibilidad de la intervención:
A través de una otoplastia podemos conseguir que la cara anterior de la oreja parezca completamente intacta, sin relieves anormales; el relieve del earfold se ve debajo de la piel de la oreja, que es muy fina y una zona donde que no hay grasa ni apenas tejido entre la piel y el cartílago (incluso un punto ahí que sobresaliese de la piel se transparentaría y haría relieve). La otoplastia no implica ningún signo visible de este tipo.
Comodidad:
Cuando te sometes a una otoplastia, puedes, tranquilamente, apoyarte en la zona para dormir (o para pensar) y este contacto con presión no produce ninguna molestia. Apoyándote en el earfold te estás apoyando en un cuerpo extraño que puede producir dolores fuertes si se te hinca de más, incluso te puede hacer una úlcera de decúbito. Después de todo lo importante es disponer de varias opciones seguras para solucionar un problema que afecta a un segmento reseñable de la población.
¡Deja de excusarte con que las orejas más grandes son para escuchar mejor!