La respuesta es NO; no hay que cambiar las prótesis mamarias cada 10 años. Continuamos hablando de cirugía mamaria, la operación de cirugía plástica más realizada en nuestro país. Ya hemos aclarado que esta intervención no se realiza solo por cuestiones estéticas, sino que en la mayoría de ocasiones la decisión de operarse el pecho está motivada por el sufrimiento de alguna malformación congénita en éste. También hemos desmentido que las prótesis influyan directamente en la lactancia materna, algo que se ha creído desde siempre, un mito tan erróneo como extendido. Además, hemos afirmado rotundamente que los implantes mamarios no dan cáncer, que no existe ninguna evidencia científica sobre esto, aunque hay que recordar que debemos elegir implantes con todas las garantías sanitarias de la Unión Europea, razón por la que debemos asesorarnos correctamente sobre la marca que el cirujano que nos vaya a operar selecciona (y por supuesto asegurarnos de recibir la tarjeta de identificación de las prótesis tras la intervención).
Pues bien, una semana más, nos lanzamos a la piscina (hace mucha falta en Sevilla en estos tiempos) desmintiendo otra gran fábula en este ámbito: que las prótesis de pecho hay que cambiarlas cada 10 años. ¿A qué has oído esta afirmación muchísimas veces? Tanto en corrillos de amistades como en los mismos medios de comunicación, así como quizás en la boca de algún médico sentado frente a ti en el sillón de su consulta. Pero por suerte o por desgracia, por más que se repita una verdad a medias, no se convierte en certeza total.
La duración de las prótesis es muy relativa, es decir, pueden cambiarse cada 3 años, o 5, o 25 o nunca. Así de claro. No se trata de un ciclo exacto, y es que actualmente el material de la prótesis es mucho más seguro que antes, pero aún así, no podemos hablar con precisión acerca de su durabilidad en el tiempo por varias razones, la más destacada es que se cambian si existen complicaciones derivadas de la intervención, por ejemplo si se rompen las prótesis o si la paciente desea cambiar la marca, la forma o el tamaño. No hay prescripción oficial de sustitución por décadas, ni mucho menos.
Todos los estudios realizados desmienten esta afirmación de los 10 años, si bien reivindican precisamente la importancia de que las pacientes operadas se sometan a revisiones médicas periódicas para comprobar que todo va bien en la conservación del implante y de su salud.
Actualmente, los implantes mamarios pasan por férreos controles sanitarios por parte de la Unión Europea, que exige de su autorización para poder comercializarlos en los países miembros. Además, desde que se dio el caso de las PIP se han multiplicado las comprobaciones. Hay prótesis de diferentes materiales y formas de fabricación, todas ellas válidas (en el sentido saludable), aunque el cirujano juega un papel muy importante a la hora de escoger una u otra tras analizar las características de cada paciente. La elección de los implantes dependerá de varios factores como su plano de colocación, el volumen de la prótesis, la vía de acceso, el resultado estético deseado, etc.
Como cada jueves, nuestra cirujana plástica, la Dra. Martínez Padilla ha comentado este mismo tema en el programa de radio «Sevilla en la onda», de Onda Cero, en el que ha dejado claro que este mito no tiene ninguna validez, aunque haya sido extendido durante años. En el siguiente enlace puede escuchar el audio: