La cirugía estética ha evolucionado tanto que ahora es mucho más sencillo sentirnos perfectos con nuestro cuerpo. Además de los tratamientos de antienvejecimiento a través de la medicina estética, la cirugía estética proporciona soluciones permanentes como la liposucción. Este método puede ayudarte a deshacerte de la grasa localizada que a veces resulta tan molesta y que se sitúa en papada, abdomen, caderas, muslos, brazos, nalgas, tobillos, etc. La liposucción es una técnica quirúrgica que se emplea para eliminar los depósitos de grasa que se van formando en algunas partes del cuerpo. Este es un método que no debes considerar como una alternativa a la pérdida de peso, sino como un complemento, ya que ayuda a eliminar aquella grasa a la que ni el ejercicio ni la dieta consiguen poner fin.
Los pacientes ideales para una liposucción son aquellas personas que, sin ser obesas, tienen acúmulos con exceso de grasa en el cuerpo y tienen la piel elástica.
Antes de tomar la decisión de hacerte una cirugía plastica, debes tener claro el objetivo y saber escuchar las recomendaciones de los expertos de la clínica de cirugía estética que escojas. Debes saber que antes de practicarte la liposucción, se realizará una historia clínica y un análisis preoperatorio que asegure que todo está bien y que es seguro realizar el procedimiento. En la primera consulta, se realiza una evaluación de tu estado general, de la firmeza de tu piel y la grasa localizada. El cirujano será sincero y te mostrará las alternativas que mejor se adapten a tu caso.
El procedimiento de la liposucción puede durar entre una y dos horas, normalmente, aunque depende del grado de la intervención y número de zonas. La técnica consiste en lo siguiente:
Se realiza una incisión por donde se introducirá luego un tubo hueco que se llama «cánula de liposucción«.
A continuación, se une el otro extremo de la cánula con una máquina o jeringa especial. El cirujano es el encargado de ir moviendo la cánula para ir rompiendo la grasa y efectuando la succión de la misma. De esta manera, se eliminan los molestos depósitos de grasa. La liposucción puede realizarse con anestesia local, aunque la sedación suele ser un buen complemento para el bienestar del paciente. Después de la cirugía se suelen colocar fajas para controlar la inflamación y proporcionar ayuda a tu piel, que deberá adaptarse a su nuevo contorno. De manera gradual se irá produciendo la curación y en un plazo breve se retirarán los puntos.
La liposucción es una técnica bastante segura pero debes realizarla en un lugar de tu confianza. Las complicaciones son poco frecuentes, pero siempre es mejor contar con un quirófano bien equipado y con un personal experto que pueda darte la seguridad que necesitas antes, durante y después de haberte practicado la cirugía. Los resultados de la liposucción son muy efectivos y en muchos casos permanentes si se realiza un mantenimiento y se practica ejercicio de manera periódica. En definitiva, una excelente solución para esos molestos depósitos de grasa.