Siendo la cirugía mamaria la intervención más realizada en nuestro país, e Internet el primer soporte de búsqueda de información, es irremediable que, aunque nunca se nos puede olvidar que la vía principal de asesoramiento debe ser una consulta con un especialista en Cirugía Plástica Estética y Reparadora (miembro de la SECPRE), nos preocupemos cada vez más por volcar en nuestras redes sociales comunicaciones de calidad, inspiradas por las dudas que se repiten más frecuentemente en nuestra clínica. Las prótesis de mamas son una de las cuestiones sobre la que más dudas nos plantean antes de la intervención.
Por estas fechas, muy propicias para operarse el busto, la gran mayoría de mujeres que acuden a nosotros para elevar, aumentar, reducir o cambiar sus mamas, ponen el colofón a la conversación con la Doctora con esta pregunta: ¿Usted opera por delante o por detrás?
¿Y por qué, si en todas las consultas que he ido me han aconsejado por delante/por detrás? ¿Pero es más natural por detrás? ¿Puedo elegir?….y un largo etcétera
Cuando hablamos de operaciones de pecho, es verdad que todo lo relacionado con las prótesis de mamas, despierta un gran interés. Tanto como lo es que existe actualmente esta tendencia a “preocuparse” más por el plano quirúrgico que por otras cuestiones -igual de importantes, por cierto-. Expliquemos entonces con detalle este tema:
En cualquier operación mamaria en que se vaya a incorporar una prótesis, hay que crear un “bolsillo” dentro del cuerpo para insertarla. Esta es la decisión que tomamos: si ponemos el bolsillo detrás del músculo pectoral, o detrás de la glándula mamaria (por delante del músculo). Cada cirujano tiene sus preferencias en base a su propia experiencia personal, aunque también tiene bastante que ver con el avance de las técnicas quirúrgicas y ciertas modas en la praxis profesional, así como por la innovación en las características de las prótesis. Por supuesto la anatomía de cada paciente y sus expectativas estéticas son determinantes en la elección del plano de colocación del bolsillito.
Al principio, todas las prótesis se colocaban delante del músculo, solo las había de forma redonda y eran de suero. Estas operaciones daban resultados estéticos muy artificiales, y a largo plazo había que cambiar los implantes con relativa frecuencia, además de que se daban muchos casos de la famosa contractura capsular. Muchos de estos problemas podían minimizarse con la colocación de la prótesis en un plano más profundo y se empezaron a colocar prótesis detrás del músculo.
Sin embargo, cuando las prótesis mamarias se colocaban por detrás, solían quedar altas y separadas y se notaban bastante. Para darle solución, los especialistas comenzaron a colocarlas en posiciones variantes, digamos, intermedias, donde las prótesis están cubiertas por el pectoral solo en su mitad superior y son retromamarias (por detrás del músculo, subgalandulares) en la inferior. De esa forma los implantes subían menos, se movían menos y eran menos artificiales.
Pues bien, gracias a la ciencia, las prótesis mamarias fueron mejorando, se inventaron las cubiertas texturadas, que aportan una mayor fijación de la prótesis y disminuyen el riesgo de contractura capsular y se inventaron las de forma anatómica (con forma de pera), no para la estética sino para los casos de cirugía reconstructiva tras la amputación del pecho por cáncer. En las mujeres mastectomizadas, las prótesis redondas tenían un resultado realmente malo, sobre todo para las que habían conservado uno de sus pechos naturales y la diferencia era visiblemente muy notable entre uno y el otro.
El gel de las prótesis de mamas también cambió, existiendo ya hasta cuatro tipos de cohesividades, lo que multiplica las posibilidades. Lo último en este sentido son las prótesis ligeras, prótesis fabricadas con burbujas de aire en microesferas (borosilicato), y que pesan en torno a un 30% menos que todas las demás suponiendo el gran beneficio de una menor caída y una recuperación más rápida, entre otras múltiples ventajas.
Tanto las mejoras en la calidad de los implantes, como en la técnica quirúrgica, nos han posibilitado personalizar casi al cien por cien cada cirugía mamaria, también en lo que respecta a la colocación de prótesis, no en un plano concreto, sino en el que más se adecue a cada caso. En nuestra clínica, y cuando las pacientes tienen la oportunidad de elegir, les solemos recomendar la colocación de las prótesis en bolsillo subglandular (“delante del músculo”), ya que tiene menos riesgos quirúrgicos, anestesias menos profundas, postoperatorio casi indoloro, y una gran naturalidad en los resultados, máxime si se utilizan prótesis ligeras que además, caen mucho menos con el tiempo.
A nosotros nos gustan las prótesis de mamas más por delante, pero pídenos una consulta gratuita y veremos y te asesoraremos con lo que es lo mejor para ti.
La cirujana plástica y Directora médica de Aurea Clinic, la Dra. Martínez Padilla nos explica en el siguiente vídeo las diferencias en la colocación de las prótesis de mamas: