Tengo síntomas de lipedema en las piernas, ¿por dónde debo empezar?

Hoy, os traemos un artículo muy especial: basado en hechos reales. La historia de las pacientes de lipedema suele ser muy parecida en cuanto detectan los síntomas de lipedema: un camino largo, lleno de incertidumbre, de citas médicas en la búsqueda de, por lo menos, comprensión, y horas y horas en internet para poder compartir con personas en la misma situación, tanto los éxitos como los fracasos del proceso de diagnóstico y tratamiento. 

Aunque compartan situaciones parecidas, cada paciente es un mundo; sin embargo, no está de más tener una guía en la que apoyarse para dar los siguientes pasos. Por ello, hoy os traemos una entrevista a una de nuestras pacientes de lipedema. En ella, os contará su historia de amor propio luchando contra la enfermedad, sus síntomas de lipedema y cómo ha podido afrontarlo. 

PRIMER CAPÍTULO: Tengo las piernas gordas… ¡Ah, que se llama lipedema!

Nuestra valiente paciente, que ha sido tan amable de compartir su experiencia en nuestro blog, es Natalia Santos, afectada de lipedema en grado I y con tipología III (desde las caderas hasta los tobillos). Cuéntanos Natalia, ¿cómo descubriste que tenías lipedema?

  • NS: Siempre había sentido un gran complejo con la forma de mis piernas. Soy de complexión delgada, pero la apariencia de mis piernas era motivo de burla, tanto en mi familia como con conocidos. Muchas veces las personas que tenemos a nuestro alrededor hacen comentarios, incluso de manera cariñosa, pero nunca llegan a ponerse en el lugar del otro: ¿le sentará bien?, ¿se quedará todo el día dándole vueltas?. En mi caso, descubrí que padecía lipedema tras ver en Andalucía Directo un reportaje sobre la enfermedad. Hablaban sobre los síntomas de lipedema y mostraban imágenes. Me sentí totalmente identificada con todo lo que se mostró en aquel reportaje. En mi cabeza empezó a resonar “A lo mejor no es que tengas piernas gorditas, a lo mejor tengo lipedema”.

SEGUNDO CAPÍTULO: Síntomas de lipedema

Gracias a la labor de difusión que muchos medios están teniendo en redes sociales, prensa, radio y televisión, está empezando a llegar el término “lipedema” a oídos de la sociedad. ¿Qué síntomas de lipedema mostraba tu cuerpo?

  • NS: Con respecto a la forma, mis piernas eran como dos tubos. No se apreciaba ni musculatura ni una forma bonita. Esto afectaba a mi manera de vestir. Los muslos siempre me rozaban, aunque me obsesionara con hacer dieta y perder peso, por lo que ni podía usar vestidos o faldas cortas sin algo que protegiera la cara interna. Además, todos los pantalones en unos meses los acababa rompiendo por esa misma zona. Por otro lado, ponerme unas botas altas o algún zapato de tacón anudado al tobillo era algo imposible. Esto al parecer suele ser algo común de los síntomas del lipedema, pero yo aún no lo sabía. En otro sentido, el dolor. Al principio, cuando me preguntaron si me dolían las piernas, dije que no. Y dije que no, porque siempre te acabas echando la culpa a ti misma: “me duelen, pero es porque me tengo que poner con la regla”, “me duelen, pero es porque he estado mucho rato de pie”, y siempre una excusa. Y piensas que es tu culpa, porque tú eres así. Estás de fiesta, en semana santa o en feria, y a nadie más le duele, solo a ti, y te sientes hasta culpable. Y, el día que descubres que son síntomas de lipedema, te das cuenta de que esos calambres y esa sensación de llevar pesas en los tobillos no son culpa tuya, son simplemente los síntomas de lipedema. Además, gracias a descubrirlo, en mi familia hemos detectado varios casos más, también en mujeres, y se han concienciado más con la enfermedad.

TERCER CAPÍTULO: El diagnóstico; “Llegó el momento de comenzar la lucha contra los síntomas de lipedema”

Seguro que muchas mujeres que padezcan síntomas de lipedema y estén ahora leyendo esta entrevista, se sienten identificadas contigo. Cuéntanos ahora, cómo es el momento de afrontar el lipedema: “sospecho que tengo lipedema, ¿qué hago ahora?”

  • NS: Es algo difícil, ya que te encuentras mucho desconocimiento en el ámbito médico. Primero acudí a mi médico de cabecera, pero no le prestó mucha atención. No conocía ni el término “lipedema”. Por suerte, un familiar me recomendó vuestra clínica, puesto que se había realizado varios tratamientos con vosotros. El primer paso fue conocer a la Dra. Tornos, médico general. La doctora, además de mostrar empatía y comprensión hacia mí, me aportó muchísima tranquilidad, ya que me ha ido guiando en cada paso. Estudió mi caso y los síntomas de lipedema que presentaba y me dio un diagnóstico (con tipología y grado), derivándome hacia el Dr. Diéguez, cirujano vascular, para que me hiciera una eco doppler y descartásemos así daños vasculares, refrendando el diagnóstico diferencial. Una vez tuvimos los resultados, pudimos afirmar lo que los síntomas ya decían: tenía lipedema.

CUARTO CAPÍTULO: El tratamiento: ¿Cirugía plástica contra los síntomas de lipedema?

¡Qué momento tan importante! Es frustrante, ya que el lipedema no tiene cura conocida, pero a la vez es esperanzador, porque sí tiene tratamiento para paliar con los síntomas de lipedema tanto quirúrgico como conservador.

  • NS: Exacto. En ese momento hay que comenzar un nuevo estilo de vida, todo para mejorar la inflamación, el principal síntoma de lipedema. Gracias al equipo integral del Instituto Sevillano de Lipedema, pude rodearme tanto de nutricionistas, fisioterapeutas como de cirujanos plásticos y otros médicos especializados en lipedema. Comencé a llevar una dieta antiinflamatoria (sin gluten, ni lactosa, entre otras indicaciones), me sometí al protocolo de terapia integrativa del lipedema que es mucho más que unas sesiones de drenajes linfáticos manuales (absolutamente relajantes y satisfactorios, se lo recomiendo a todo el mundo) y comencé a tener citas con la Dra. Martínez Padilla para comenzar a planificar el tratamiento quirúrgico.

¿Por qué decidiste operarte de lipedema con la Dra. Martínez Padilla?

  • NS: El principal motivo fue por su franqueza. No me vendió nada, ni me lo maquilló. Me contó todo: qué esperar de la operación, en qué iba a consistir, qué es la liposucción WAL, cómo iba a ser el postoperatorio de la cirugía de lipedema… Es cierto que yo ya había comenzado el tratamiento tradicional y estaba notando mejoría, pero en mi caso personal, decidí operarme para evitar que los síntomas de lipedema aumentaran. Tengo 31 años, y todavía no he sido madre. Mis síntomas de lipedema comenzaron con la menstruación y con el uso de métodos anticonceptivos hormonales. Tengo pensado ser madre en unos años, y me da pánico que los síntomas de lipedema empeoren con ese gran cambio hormonal. Además, considero que ya he estado demasiados años sufriendo los síntomas de lipedema, y me gustaría que el resto de mi vida desaparecieran. Estaba dispuesta tanto a realizar el tratamiento quirúrgico como el tradicional a raja tabla.

¿Cómo fue tu experiencia con la liposucción WAL?

  • NS: Pues genial, tuve mucha suerte. Mi caso pudo solucionarse en un único tiempo quirúrgico. La Dra. Martínez Padilla me dijo que lo habitual era efectuar diferentes operaciones para tratar el lipedema, ya que el alto grado de grasa inflamada que suelen presentar las pacientes lo requiere para no ponerlas en riesgo. Sin embargo, en mi caso todavía estábamos a tiempo. La enfermedad no había alcanzado un alto grado de afectación en las piernas como para ello. De la cirugía plástica de lipedema no recuerdo mucho, solo que en todo momento me trataron de 10, pusieron música en el quirófano, la doctora y el anestesista, el Dr. Mata, me cogieron de la mano y… hasta ahí mis recuerdos.

QUINTO CAPÍTULO: ¿Fin?

¿Y qué tal el postoperatorio de la liposucción WAL? ¿Desaparecieron los síntomas de lipedema?

  • NS: No voy a engañar a nadie, los primeros días fueron duros. Ya había comenzado a usar las medias de compresión antes de la liposucción WAL para minimizar la inflamación previa y el dolor. Sin embargo, mi relación con ellas al principio fue de amor-odio. Había días que necesitaba arrancármelas para conseguir dormir, otros días que me daban la vida, pero mereció la pena. Por otro lado, era genial cada vez que acudía a la clínica. Las doctoras me veían y comprobaban que todo estuviera en orden. Además, aprovechaba para darme sesiones de Indiba Deep Care. Era mi momento favorito. El estar tranquila, tumbada, recibiendo un masaje tan agradable, y encima ver que funcionaba. Era brutal el cambio en mis piernas de una sesión a otra. Puedo decir que los síntomas de lipedema han mejorado radicalmente. Todavía me queda camino por recorrer, pero todo mereció la pena en el momento que vi por primera vez mis nuevas piernas. Solo tengo palabras de agradecimiento hacia vosotros.

Síntomas de lipedema en Aurea Clinic Sevilla

¿Tú también te sientes identificada con Natalia? ¿Es tu historia parecida a la de ella? No dudes en compartirla con nosotros. Nos encantará cogerte de la mano y acompañarte en la lucha contra el lipedema. Puedes rellenar nuestra valoración online gratuita para que nuestro equipo de especialistas en síntomas de lipedema vean tu caso.

En Aurea Clinic Sevilla te proponemos una forma de empezar a luchar contra los síntomas de lipedema. Si no tienes ni idea de cómo empezar o desconoces la enfermedad, puedes solicitar una cita informativa con la Dra. Tornos, nuestra médico general. Ella resolverá todas tus dudas y te guiará en cuanto al recorrido que debes emprender (médico vascular, tratamiento quirúrgico, tradicional, compresión, etc.) para empezar a luchar contra los síntomas de lipedema.

2 comentarios

    1. Hola Carmen, cualquier cambio hormonal puede afectar a la enfermedad de lipedema. El lipedema se encuentra en fase de estudio por ello lo ideal es estudiar tu caso de manera individualizada. Gracias por comentar. Un saludo.

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